domingo, 9 de enero de 2011

Navidades Índicas


[PÁRRAFO CENSURADO]

Se acercan las fechas navideñas y aquí empezamos a preparar nuestras atípicas fiestas, adornando el barco con todas las decoraciones del momento que tenemos. No nos faltó de nada:

  • Lotería del Niño, donde, como el dinero aquí no sirve de nada, todos pusimos algo de comida que teníamos escondido en los cajones, como chocolatinas, chucherías, fruta fresca, pates, quesos y más manjares. Quien pusiera más comida tendría más números para el sorteo. Después de varias pedreas, nuestros niños de San Indefonso (Alberto y Sergi) sacaron los tres premios gordos. Da igual quien ganara, al final todos teníamos la misma idea, repartirlo.


  • La cena del 24 fue para recordar, redondo de carne con compota de manzana y patatas con bechamel...comimos tanto que por la noche nos arrepentimos de llenar tanto nuestras esbeltas barrigas, buscando sal de frutas para hacer más llevadera la pesadez. Por la noche (ya día 25) recibimos una sorpresa increíble: después de haber mandado un email personalizado a nuestros familiares y amigos, recibimos la respuesta (inesperada). La sonrisa que nos esbozo a cada uno de nosotros fue el mejor regalo que podríamos haber tenido, fue como si en el tiempo que leíamos nos llevase a nuestras casas. Uno a uno fuimos pasando por el ordenador del puente a leer lo que nos contaban.

  • Comida del 25 con sus embutidos, queso (por fin), salmorejo (seguimos en verano) y ensaladilla de langostinos. Otra vez nos llenamos tanto que casi no cenamos.

  • Dia 28: ¡inocentadas por doquier! Miedo me daba solo de pensar en lo que se convertiría el barco con tanto cabrón a bordo. Ya solo para comenzar, el propio barco nos hizo una bromilla, atracándo en Djibouti por unas horas , hacer combustible y un poco de comida. Me resulto muy corta la estancia (solo estuvimos 17 horas) y me quede con ganas de conocer mas sitios, como el punto más profundo de Africa, a -460m que es un lago de sal, y pasearme por la falla que está separando África del Norte de la del Sur, por la que se puede ver la lava borbotear. Pero como dije, me quede con más ganas ya que no salimos del puerto... Como inocentadas estuvo la de quitar los rollos de papel higiénico de los váteres, piquete en la puerta del sollao, colorante en las alcachofas de las duchas, tabasco en la pasta de dientes y preparar café con sal ( en esta caí yo, y eso que tenía intención de hacerla)

Tal como salimos de Djibouti, 3 horas de balances extremos hasta que llegamos al estrecho de Bad El-Mandeb, estrecho de las lágrimas. Allí fue como ponernos el turbo, pasamos de los 7 nudos hasta los 13, que para hacerse una idea es como poner un seiscientos a 180 km-h. Y eso sin velas, solo con la corriente. Al día siguiente si que sacamos mayor, el viento empezó ha arraciar hasta los 35 nudos que hinchaban la vela como si fuera un “klinex”, y las olas por la popa de casi 4 metros no hacían más que lanzarnos. Impresiona ver como surfea un barco de 50 m de eslora: la ola se acerca por la popa, alcanzando la altura del balcón y cuando llega al timón levanta el barco, lo frena, lo inclina hacia proa y lo lanza como si la ola fuera una gran mano. En ese momento notas como se acelera, teniendo que poner el cuerpo hacia popa para guardar el equilibrio. Así estuvimos casi dos días, hasta que lo que no creíamos que iba a pasar, paso. Un rol de viento de 180 grados (que ya habíamos pronosticado con los partes), metiéndonos la ola de proa y haciendo que el barco sufriera cada vez que pegaba un pantocazo. Fue ese momento, con las mismas condiciones, el que nos hizo recordar el día que partimos el palo trinquete, en las mismas aguas, la misma ola, el mismo viento... Yo no quise recordar, solo confiar en que ahora el barco lo conocíamos mucho mejor y teníamos mejor preparado.

Y así seguimos, haciendo bordos por la cara Este del Mar Rojo, avanzando más bien poco, pero conociendo como se comporta este mar, hasta que de repente el mar calmo y pudimos poner rumbo directo al Golfo de Suez. Fueron unos días de respiro, con la alegría añadida de la pesca de atunes. Empezamos a sacar una media de tres al día. Siempre que picaba uno se escuchaba el nombre de “¡¡¡Hugo!!!” (es el problema de llevar casi tres semanas navegando sin parar a penas, le ponemos nombre a todo, el cubo donde colocábamos las piezas se llamaba así). Pero el tiempo no nos dio mucha tregua. Nada más entrar en el Golfo, otra vez mar y viento de proa, otra vez a saltar, a escuchar como cruje todo, como cimbrean los palos, pero ya estamos entrenados y sabemos como tomar este mar sin romper nada. Metiendo unos 40 o 50º a la ola podemos avanzar, muy lentamente, pero se consigue.

El frío... ese compañero que habíamos dejado en España, nos acordamos en Malta y finalmente nos olvidamos de él entre Israel y Egipto, ha vuelto, después de 9 meses de verano ininterrumpido. A una media de unos 2º menos por día ya estamos en los 15º por la noche y puedo asegurar y aseguro que no me gusta nada. Ahora viene el problema de verdad, ¿dónde tengo la ropa de invierno? Lo único que tengo a mano son chanclas, bañadores y camisetas y nos queremos resistir a ponernos algo de abrigo, pero al final, cuando te tropiezas con un pingüino por cubierta te das cuenta de que estas haciendo el idiota pasando tanto frío. El sollado, ese lugar que antes era nuestro escape al calor, convirtiéndolo en una nevera, ahora solo queremos que tenga clima tropical. Vaya mierda, quiero el calor de nuevo, no me adaptaré al frío nunca y si todo parece complicado (más para alguien como yo que se ducha con agua caliente incluso en verano hasta que te salen ronchas rojas), recordamos que el agua para ducharnos la sacamos del mar, a la misma temperatura. A ver quien es el guapo que se ducha ahora. Yo ya estoy pensando en meter una botella con agua en máquinas, para que coja la temperatura ambiente y ducharme con ella. Odio el frío y ahora nos dicen que nos dirigimos a Estambul...voy a llorar, pero ¿no será bonita la estampa de un galeón cubierto de nieve?

2 comentarios:

  1. Manu, entiendo muy bien lo que dices. Venia yo aqui, con la idea de torrarme al sol de India y me encontré más frío que en mi propia casa...

    En fin, veo que no te aburres, lo cual no dudaba de ti. Por cierto, lo del colorante en la ducha no esta mal!!

    Ah y espero que estés anotando todas esas recetas sabrosas!

    TQ
    L

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  2. Whaaattt A Dirty Envyyyy... Que cacho envidia cochinaaaaaaa!!!!!!!

    Your One Sister Pyler

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